Lección N° 3: El llamado de Dios a la Misión

“Pero recibirán poder cuando venga sobre ustedes el Espíritu Santo, y me serán testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hech. 1:8).
A veces, Dios puede sacarnos de nuestra zona de confort para convertirnos propósitos, como en el ejemplo de la dispersión de la gente en la torre de Babel. Abraham, por su parte, salió de su patria para ir a otra (Gén. 12) como medio para dar testimonio. Los discípulos de Jesús pasaron de trabajar solo entre los suyos (Hech. 3) a trabajar también para los demás (Hech. 8:1-4). En Hechos 1:8, Jesús estableció un principio de evangelización: empezarían localmente, Jerusalén y Judea, luego irían a Samaria y, finalmente, hasta los confines de la Tierra.